SUEÑOS DE LUZ EN LA OSCURIDAD DE PAVEL FRANK ROZAS

  <<Las mujeres en general han sido dotadas de fortaleza, no se derrumban con facilidad, guerreras estoicas ante la desdicha, opositoras a la derrota, resilientes por antonomasia, valientes entre los valientes. Sin duda alguna, mi madre era una destacada representante al sobreponerse a un esposo en la cárcel y un hijo fallecido. Todo pasó tan de prisa que no recuerdo detalles o prefiero no hacerlo. Seguro buscando consuelo o algo parecido, mi madre se encaminó a una vida cristiana que le da sentido a su existencia. Han pasado más de cien días en los que la tristeza no se ha desvanecido. Recuerdo el estribillo de una canción católica, "una madre no se cansa de esperar"; era exactamente lo que ocurría en casa. Tendía todos los días la cama de Gary y los fines de semana lava su ropa. Una lágrima ya ahora solitaria recorre su rostro cuando prende una vela frente a la cajita donde están las cenizas de su amado hijo.>> Hace unos días escuche a Claudia Diaz Bravo, abogada especialista en derecho laboral, quien se refería al valor de las mujeres, de su fortaleza y aporte en la historia de la humanidad. Y claro está que en cada mujer vemos una heroína, muchas veces anónima, que derrama amor como madre o hija. Es hora de defenderlas y cuidarlas, pues provenimos de una. Seguro de la más valiosa.

Pavel Frank Rozas Pino