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Mostrando entradas de mayo, 2024

LAS TIAS COTORRAS Por: Pavel Frank Rozas Pino

  Café, abrigos y perfume en exceso mentiras, medias verdades, voz chillona el tiempo ha pasado quiero ser exitosa ufanarme del puesto o dinero de mis hijos.   ¿Por qué el éxito siempre ha huido de mí? casada tres veces, todos infieles, y yo tres hijos una pensión de mierda, magia cada fin de mes todos me creen de viaje, pero sola estoy en casa.   Mejor amiga cuenta su vida que parece perfecta yo trato de inventar una que siempre es imperfecta una hija puta, hijo drogadicto y el ultimo hijo de puta son calco de su padre y también de su madre cuca.   Cada vez se me ve mas el escote, pero nadie lo ve volver a ser esa cazadora de perdedores sin vida verme como una mujer fatal, exitosa y sin envidia no tener tanto sueño y dormir con alguien este día.   Casualidad acabo de capturar al esposo de mi amiga infiel con su mejor amiga, entonces no todo era perfecto confieso que es mi único defecto, salimos hace ocho años escondidos, reclamándonos tiempo y todos estos años.   Ser amiga artera es

Calca de los recuerdos Por: Pavel Frank Rozas Pino

Te recorrí con los pies pequeños y el alma blanca retozando a las orillas del Vilcanota, transitando el puente colgante vaivén de alegrías, tardes soleadas y sombras de los pisonay que alegraban la vista con la alfombra de pétalos rojos acaecidos.   Tu grandeza es resguardada por inmensos nevados que te protegen Sawasiray y Pitusiray inermes al tiempo, testigos de tu grandeza de tus entrañas brotan hirvientes aguas en Machacancha que despiertan los corazones de los fieles de Nuestra Señora de Asunta.   La tierra noble se creó en 1825, día vendito el 21 de junio de cada año que con júbilo recordamos tu natalicio llenos de alegría y orgullo cuna de hombres de bien que bregan día a día por regalarte su esfuerzo que no se rinden nunca y que son rebeldes a los escollos de la existencia.   Como no quererte y añorarte ciudad bendita del Valle Sagrado Calca querida que en tus entrañas siempre regalaste cobijo a tus hijos y también a foráneos que comprendieron tu grandeza  al rec

Al tío Cochito Por: Pavel Frank Rozas Pino

Luz de alegría, sonrisa fácil y buen talante espíritu lejano no más para adelante añoraste decirnos que siempre es posible que la buena vida no es imposible.   Recordarte ya no es una epifanía sino lejanía momentos pequeños que siempre son grandes apuro al beber sediento de sus miles y estragos como el ejecutivo siempre busca el deber.   El baloncesto disciplina que amaste como el poeta construyo dejando sudor, lágrimas y amor “Los Heraldos” que no eran negros sino de todos los colores sudando al rebote del balón que siempre alivia los dolores.   Hermanas mayores y hermanos en vida que envidia pasamos instantes eternos de alegría y tristeza cuando nos dejaron los padres, que nos regalaron unidad por lo que no podemos decir que el éxito es casualidad.   Lumbrera de bondad, paz en el corazón requiero, porque es tan fácil evocarte y el olvidarte siempre más lejano pensamiento errante porque siempre se vive en el alma que me apremia y me calma para no salir a buscarte.     Devuélve

Quiero verte siempre Mamá Por: Pavel Frank Rozas Pino

 No te mueras nunca dueña de mi corazón tatuada estas en mi alma, esa que das calma esa que te busca como la luz al día sin cofradía tu presencia es indispensable para mi vida.   No quiero celebrar un día al año tu existencia pues sería una herejía que jamás elegiría por favor dame tu alegría solo una vez más porque soy capaz de ser feliz en tu sonrisa.   Tu carita nunca se me borra de la memoria tus ojos tiernos, tus cabellos blancos ahora castaños me percaté que hace un tiempo no quieres decir tus años los que han añejado sabiduría y palabra exacta.   No quiero llorar en la tumba, eso me derrumba prefiero caricia en vida, abrazo y beso en la frente mi alma te extraña, el corazón te busca ¿dónde estás? felizmente estas aquí, sin irte cada día te extraño más.   Al ser única tu valía no es cuantificable como tu amor solo me queda dar gracias a Dios por tenerte y quererte regalo bendito que llenas de alegría los corazones por favor quédate cien años más a mi lado.   Lo único verd